Exclusión de cotización, ¿qué pasa con las acciones que «desaparecen» temporalmente de la bolsa?

Cotizar en Bolsa es una de las decisiones financieras más importantes para una empresa. Hacerlo le facilita obtener financiación, aumentar la visibilidad de la compañía y proporcionar liquidez a los accionistas o dueños de la empresa, que tienen más facilidad para vender sus acciones, además de disponer de la valoración objetiva de la empresa que marca la cotización de las acciones.

Pero esta decisión tiene también otras implicaciones basadas en el cumplimiento de requisitos. De entrada, para poder cotizar en Bolsa hay que cumplir toda una serie de requerimientos previos, pero también existen motivos por los que la autoridad reguladora, en España la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), puede excluir de forma temporal una acción a cotización.

Qué es la exclusión a cotización

La exclusión a cotización es ante todo una medida de protección al cliente. Surge siempre como consecuencia de algún suceso que puede distorsionar el precio de la acción y por tanto generar importantes perjuicios económicos al inversor. Por ello, aunque la decisión siempre la tenga la CNMV, también puede surgir de una petición previa de la empresa.

En qué consiste la exclusión a cotización temporal

La CNMV podrá suspender temporalmente la negociación de instrumentos financieros siempre que concurra alguna de las siguientes circunstancias:

  1. Cuando concurran circunstancias especiales que puedan perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los correspondientes valores (por ejemplo, cuando hay un inversor dispuesto a comprar una parte importante de las acciones de la empresa a través de una OPA).
  2. Cuando resulte aconsejable tal medida en aras de la protección de los inversores.

El objetivo de una suspensión temporal siempre es paliativo, es decir, lo que busca es solucionar el problema y, por tanto, el plazo de exclusión busca ser lo más corto posible. Una vez desaparecidas las circunstancias que motivaron la exclusión de negociación del valor, se levanta dicha suspensión y continúa su negociación. Tanto el acuerdo como el levantamiento se hace público de forma inmediata y se comunica como hecho relevante en la página web de la CNMV.

Normalmente la suspensión de cotización se mantiene durante periodos cortos de tiempo. No obstante, puede haber circunstancias que aconsejen prolongar la suspensión de cotización de una sociedad periodos más largos (por ejemplo, en el caso de sociedades en procedimientos concursales) con un límite de tres meses.

Qué hace la CNMV en un proceso de exclusión de negociación

La suspensión de cotización no es un fin, es un medio para solucionar un problema concreto. La CNMV actúa principalmente como protector del inversor, informa de la apertura del procedimiento y cuando analiza que se vuelven a cumplir las condiciones de seguridad para los accionistas, vuelve a permitir la cotización e informar sobre la vuelta de forma pública y notoria, comunicando un hecho relevante en su web.

Pero dada la importancia de este proceso, también colabora en su solución. Establece de forma clara los problemas y pone a disposición de la empresa los procedimientos para la solución de los mismos.

Tampoco hay que olvidar del carácter global de muchas de las empresas. Muchas de nuestras sociedades cotizan en otras bolsas, desde Londres a Frankfurt o Nueva York, por ejemplo, y por ello informará a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM), y a las autoridades competentes de los demás Estados miembros en los que se negocie ese instrumento, de las suspensiones de negociación y sus correspondientes levantamientos.

Cómo proceder siendo inversores

El inversor puede verse alarmado ante una suspensión de cotización, aunque es algo muy normal que sucede casi todas las semanas con empresas de cualquier tamaño e importancia. La mayoría de las suspensiones suelen ser cortas, duran horas, es raro que se prolonguen más de un día.

Lo normal es esperar hasta que la acción vuelva a cotizar, aunque la suspensión no prohíbe la transmisión de acciones en sí. De hecho, se permite la transmisión por título de compraventa de valores admitidos a negociación en Bolsa, aunque no es lo más normal. Eso sí, en este caso siempre se comunica la operación a la Sociedad Rectora o a la Sociedad de Bolsas donde coticen las acciones.

Algunos ejemplos de suspensiones de cotización recientes han sido en Abengoa, cuando se especuló con la posibilidad de quiebra y no se garantizaba el mismo acceso a la información de todos los agentes del mercado. También a comienzos de 2015 Banco Santander estuvo suspendida unas horas al anunciar una ampliación de capital de 7.500 Mn€ que además era sin derecho de suscripción preferente.