El patrimonio neto: una medida fundamental para los accionistas

El balance de una empresa es un estado financiero que nos muestra todos los activos y pasivos de una empresa a una determinada fecha. Cuando las empresas presentan sus cuentas ante los organismos reguladores pertinentes (la CNMV en España), están obligadas a presentar un balance de situación.

Podemos pensar en el activo de una empresa como el conjunto de bienes que la empresa posee. A su vez podemos pensar en el pasivo de la empresa como la forma que la empresa tiene de financiar estos activos.

Formalmente el lado del pasivo de un balance está dividido en tres partes:

  • Patrimonio neto
  • Pasivo no corriente
  • Pasivo corriente

El patrimonio neto refleja la parte de la empresa que ha sido financiada por los accionistas, a los que hay que sumar las reservas legales y los beneficios que ha ido generando. El crecimiento del patrimonio neto a lo largo del tiempo suele ser un indicio de que la empresa está generando beneficios y creando valor para sus accionistas.

Cuando una empresa necesita financiación para sus proyectos puede a grandes rasgos: pedir dinero prestado, emitir deuda o realizar una ampliación de capital. El dinero que la empresa ha pedido prestado al banco y la deuda aparecen reflejados en el balance en la partida de pasivos no corrientes si es deuda que se ha de devolver en un plazo superior a un año. La partida más importante suele estar constituida por los pasivos financieros no corrientes, que es principalmente la deuda que la empresa tiene con entidades bancarias.

En líneas generales el patrimonio neto puede aumentar por dos motivos: porque la empresa haya ganado mucho dinero en años anteriores y por tanto aumenta la partida correspondiente de los fondos propios, o porque la empresa aumente su capital mediante la emisión de nuevas acciones. Esta emisión es conocida como una ampliación de capital.

Así como el incremento de patrimonio neto gracias a beneficios pasados claramente produce riqueza para los accionistas, las ampliaciones de capital son un poco más complicadas de valorar. Cuando se realiza una ampliación de capital se suele producir un efecto dilutivo sobre los accionistas que la empresa tenía con anterioridad. Esto es porque las acciones dan derecho a participar de los beneficios futuros de una empresa. En la medida en que hay más accionistas, el beneficio futuro se debe repartir entre más partes.

Conclusión

Aunque hay que estudiar cada situación de ampliación de capital para entender si se está creando valor o no para los accionistas, cuando el patrimonio neto de una empresa aumenta sin incrementar el número de acciones de una empresa es una clara señal de que se está generando riqueza para los accionistas.