Correlación entre acciones, ¿la tienes en cuenta?

Uno de los conceptos fundamentales en los que se basan los gestores de bolsa a la hora de manejar las carteras que están bajo su responsabilidad es la correlación existente entre las diferentes acciones que componen dichas carteras. Sin embargo, este concepto también puede ser de gran utilidad para el inversor minorista.

La correlación es un concepto estadístico que nos indica la relación que existe entre dos o más variables

Así, si tenemos dos variables, A y B, existirá correlación positiva entre ambas si al aumentar el valor de A aumenta el valor de B y viceversa. Y al contrario, se habla de correlación negativa cuando el comportamiento es el inverso. Es decir, si cuando B sube, A baja.

A la hora de invertir en bolsa, la correlación entre los diferentes títulos de acciones juega un papel muy importante, ya que cuanto mayor sea el grado de correlación entre los títulos, más parecido será el comportamiento de sus cotizaciones.

La creación de carteras con bajos niveles de correlación entre los diferentes títulos que la componen es una de las estrategias que existen en el mundo de la gestión de activos para aplicar una buena diversificación.

Cuanta menos correlación exista entre los activos que formen una cartera de inversión, mayor diferencia podrá haber en el comportamiento de cada uno de ellos cuando el mercado caiga.

Así, si una cartera está muy diversificada porque los valores que la componen están descorrelacionados, puede tener un mejor comportamiento que otras carteras con mayor grado de correlación entre sus activos. En una cartera con bajo grado de correlación, la caída de la cotización de un determinado activo se puede ver compensada con el buen comportamiento de otro.

¿Cómo puede trabajar el inversor minorista con el concepto de correlación? Dejando de lado cálculos estadísticos, el inversor minorista puede conocer el grado de correlación entre dos activos de forma intuitiva teniendo en cuenta lo siguiente:

  • En condiciones normales, las acciones de dos empresas del mismo sector suelen tener un comportamiento similar, es decir, están muy correlacionadas.
  • Podemos intuir la correlación entre dos acciones analizando sus gráficos de medio y largo plazo: cuanto más parecida sea la evolución de su precio en el medio/largo plazo, mayor será el grado de correlación.